¿Pasarles la aspiradora a los pisos puede ser de veras una expresión de amor? ¡Por supuesto que sí! Cualquier cosa que hagas para aliviar la carga de responsabilidades que pesa sobre una persona de «actos de servicio» lo dirá todo. Las palabras que más quiere escuchar son: «Déjame hacer eso por ti». La pereza, los compromisos incumplidos y el hacerles trabajar más les dicen a los que hablan este lenguaje del amor que sus sentimientos no importan. Encontrar formas de servir le dice mucho al que recibe estos actos.

En el lenguaje propio del tiempo de calidad™, nada dice «te amo» como una atención plena y sin reservas. Estar presente para esta clase de persona es fundamental, pero estar presente de verdad (con la televisión apagada, el tenedor y el cuchillo en el plato, y todos los quehaceres y tareas en espera) hace que tu pareja se sienta de veras especial y querida. Las distracciones, el aplazamiento de citas o la falta de atención pueden ser perjudiciales en especial. El lenguaje del amor de tiempo de calidad también significa compartir conversaciones y actividades de calidad.

Este lenguaje del amor® no se limita al dormitorio. Una persona cuyo principal lenguaje del amor® es el toque físico™ es, como era de esperar, muy susceptible. Los abrazos, las palmaditas en la espalda y las caricias bien pensadas en el brazo, el hombro o la cara pueden ser formas de mostrar entusiasmo, preocupación, cariño y amor. La presencia física y la accesibilidad son cruciales, mientras que la negligencia o el abuso pueden ser imperdonables y destructivos. El toque físico fomenta una sensación de seguridad y pertenencia en cualquier relación.

Las acciones no siempre hablan más que las palabras. Si este es tu lenguaje del amor, los elogios no solicitados significan mucho para ti. Escuchar las palabras «Te quiero» es importante, pero escuchar las razones detrás de ese amor hace que tu espíritu se eleve por las nubes. Los insultos pueden dejarte destrozado y no se olvidan con facilidad. Las palabras amables, alentadoras y positivas son de veras vivificantes.

No confundas este lenguaje del amor con el materialismo; quien recibe un regalo aprecia el amor, la consideración y el esfuerzo detrás del regalo. Si hablas este lenguaje, el regalo o detalle perfecto demuestra que te conocen, te cuidan y te valoran por encima de todo lo que se sacrificara para ofrecerte el regalo. Un cumpleaños perdido o un regalo apresurado e irreflexivo serían desastrosos, al igual que la ausencia de detalles cotidianos. Los regalos son representaciones visuales del amor y se valoran mucho.